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Muralla China

Los principios de la construcción de la Muralla China fueron defenderse de los ataques nómadas de los pueblos del norte.
Aunque se construyo en varias etapas, la primera etapa fue construida por instrucciones de Qin Shi Huangdi, también Shi Huangdi, o Ts’in She Huang-Ti (259-210 a.C.), primer emperador de China y fundador de la dinastía Ch’in.
Se habla de 400.000 personas laborando en la construcción durante el reinado de Qin Shi Huanti y sus descendientes, no obstante, la Gran Muralla siguió creciendo durante mas de 1500 años, con distintos materiales y características dependiendo de la región, Los gobernantes de la dinastía Han, siguieron conservando y alargando la muralla. Su construcción cesó definitivamente en el siglo XVII durante el predominio de la dinastía Ming.
Al parecer utilizando a esclavos y reclutas como mano de obra. Se llevo a cabo esta gran obra, en los primeros relatos de jesuitas que visitaron el lugar se habla de lo cruel y despiadado del trato a los esclavos, decían que si quedaba un hueco por donde pudiera pasar un clavo, sus cabezas rodaban por el suelo frente a todos los demás reclutas para que así estuvieran advertidos.
Tambien existen leyendas de las viudas que tenían que llorar la muerte de sus esposos que principalmente morían por el interminable esfuerzo y por los malos tratos de los vigilantes, por ejemplo la de la viuda -Chiag Un esperaría diez años el regreso de su esposo, hasta que, en un arranque de valor, fue a buscarlo. Los soldados que montaban la guardia le contestaron, riendo, que su esposo había muerto, y que si quería verlo de nuevo tenia que demoler la muralla ella sola. Entonces se dirigió llorando hacia los dioses y lloro tanto y tanto que las lagrimas socavaron el pie de la muralla y esta se derrumbo, apareciendo entre las piedras el cuerpo de su esposo.
Se dice que la quinta parte de la población china contribuyó en diferentes épocas en la construcción de la Gran Muralla y que muchos de los cuerpos de los obreros que murieron, añaden documentos históricos, sirvieron para amortizar el peso de las piedras. La Gran Muralla, que atraviesa montañas y ríos, sigue siendo una de las grandes maravillas del mundo y muchas de las piedras que se emplearon en su construcción miden más de dos metros y sobrepasan la tonelada de peso.